El cuero siempre ha sido uno de los materiales entre aquellos que realizan manualidades, además el grueso de la población suele hacerse con implementos hechos de este producto. No es extraño encontrar carteras, billeteras, monederos e incluso maletines fabricados con cuero.
De esa forma, este se convierte en una material supremamente versátil, que te ofrecerá un gran cantidad de opciones a la hora de trabajar con él y cuyos resultados encantarán a propios y extraños. En el siguiente texto te hablaremos de algunos consejos a la hora de trabajar con el cuero y demás cuestiones que debes saber al respecto.
Esperamos que te sea útil y que pronto comiences a realizar todas esas manualidades que siempre has querido y, por qué no, crear un negocio a partir de tus saberes.
Herramientas para trabajar el cuero
Antes de comenzar con las técnicas para trabajar el cuero, una de las cuestiones más importantes a tratar es las herramientas que utilizarás. En este sentido, muchas de las personas que inician en este mundo creen que necesitarán una gran cantidad de cosas y que las mismas contarán enormes cantidades de dinero.
La verdad es que puedes iniciar con un presupuesto ajustado y poco a poco adquirir todo lo necesario para tus trabajos. Aunque la verdad es que muchas de las cosas que necesitarás suelen estar en nuestros hogares o serán muy sencillas de conseguir. Aquí te nombramos las más comunes.
Cúter
Puedes elegirlo con la forma que más te guste pero siempre será importante que te resulte cómodo. Los muy grandes o aparatosos, no suelen resultar prácticos. No hace falta que sea caro, pero sí que las cuchillas que utilices sean de buena calidad y no muy blandas…Y es fundamental, cambiarlas a menudo.
Una cuchilla gastada o que corte mal, te puede hacer un buen estropicio en el trabajo que estés preparando. También hay quien se siente más seguro utilizando un bisturí. Ambas opciones te servirán.
Superficie donde cortar
Se pueden conseguir en papelerías, por Internet, en tiendas de manualidades… Importante también que tenga buen tamaño para que podamos trabajar cómodamente. El tamaño A-2 es el que más se suele recomendar. Un consejo es que no cortes sobre madera o similar pues a la larga destruirás las cuchillas, tenedores etc.
Regla metálica
Realmente son muy económicas y para cortar cuero o piel, siempre usaremos una. Las de plástico lógicamente, se nos pueden quedar trabadas al cortar con el cúter y ser un verdadero incordio a la hora de trabajar. Si puedes adquirir una de 50 cm de largo al menos, mejor que mejor. Así podrás cortar tiras largas por ejemplo para asas de bolso o cinturones, sin ningún problema.
Plancha de corte de teflón o similar
La usaremos para perforar sobre ella. Bien para hacer agujeros con los troqueles sacabocados o bien para los agujeros de costura con los tenedores, punzón etc. También puedes usar un trozo de suela de cuero o una tabla de corte de cocina siempre que no sea demasiado dura para que no nos estropee el filo de las herramientas.
Cómo hacer elementos de cuero
Como hacer el teñido y coloreado del cuero
El teñido o coloreado del cuero es un arte muy antiguo, que ha producido muchos hermosos objetos. Las grandes superficies se colorean con una pequeña muñeca de trapo, de modo que el color pueda aplicarse uniformemente.
Los detalles menores se hacen a pincel. Las anilinas llamadas básicas, que se disuelven con agua o alcohol y algunos barnices, son todos materiales que se prestan para el cuero. Estos trabajos, generalmente, se protegen con varias manos de pomada para calzado contra las rajaduras y el deterioro del uso la pomada se aplica con un trapo suave.
Hay distintos modos de aplicar la pomada, dependiendo los métodos de la naturaleza de la superficie a trabajar, sea ésta marcada, punteada o repujada. Si la superficie es suave bastará con un trapo para aplicar la pomada y otro para lustrar.
Siempre que sea posible, la pieza en trabajo debe colocarse sobre una superficie plana, de modo que pueda ejercerse presión y sacar un lindo brillo. Cuando se trata de superficies irregulares, es mejor aplicar la pomada y sacar lustre con un cepillo que podría ser uno de dientes, viejo, con las cerdas blandas.
Cuero repujado
Lo fundamental es crear un diseño sobre el papel sobre en el cual el autor de forma artística al modelo que se propone. La creación de este dibujo es la parte más importante y difícil de la obra a realizar. A continuación se calca este diseño a un papel vegetal y éste, a su vez, se coloca sobre la piel, por la parte de la ‘flor’, mojada previamente con agua y esponja.
Se procede así a su reporte por medio de un punzón o trazador, procurando mantener la piel mojada, en base a la peculiar cualidad del cuero que acepta toda suerte de señales en húmedo y perduran después de su secado.
Una vez reportado el dibujo puede comenzarse el labrado propiamente dicho sobre el cuero (siempre mojado), según la técnica deseada. Incisado: Se obtiene por medio de un incisador o cuchillo cuyo surco puede abrirse, con el buril abridor.
Modelado: Es un relieve que se consigue oprimiendo la piel con la espátula y que, aunque no sobrepasa de la superficie, produce planos de diversa aunque escasa profundidad. Para esto necesitamos una piel de gruesa carne.
Repujado: Es la más conocida de las técnicas del cuero y la que usamos en nuestro proceso productivo. Consiste en alcanzar un relieve superior al grosor de la piel, para lo cual se trabaja ésta no sólo por la parte de la flor, sino también por el dorso, empujando hacia arriba con el repujador de bola hasta obtener el relieve deseado.
Coloración: Dado que las pieles tienen una tonalidad muy clara, suelen colorearse para hacerlas más decorativas, bien totalmente en monocromo o en policromía con diversos tintes que aumentan su belleza. Estos se obtienen de sustancias químicas, como sulfato de hierro, postasa, sosa cáustica, ácido pícrico, o bien nogalina, anilinas y los más actuales tintes al alcohol, pinturas acrílicas y colores al óleo.
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