Llega Halloween y con esta temporada el sinfín de formas de celebrarlo. Aunque se dice que es el tiempo de los niños, para los adultos también se convierte en un excelente momento para dar rienda suelta a la creatividad y unirse con los más pequeños para crear terribles y divertidas aventuras.
En este sentido, es importante saber cómo hacer una calabaza de Halloween para decorar nuestro hogar o las fiestas que ofrezcamos. Si bien es un proceso que parece sencillo, se deben tener en cuenta algunas recomendaciones sobre todo a la hora de vaciarlas y de evitar que se dañen. A continuación te diremos todo lo que debes saber al respecto.
Cómo vaciar una calabaza de Halloween
A la hora de aprender cómo hacer la calabaza de Halloween debemos tener en cuenta que es común abordar el vaciado de la calabaza con las niñas y niños de la casa ya que en el fondo son los que más las van a disfrutar. Pero cuidado, las calabazas poseen una corteza muy dura, así como su carne y debemos tener mucho cuidado en cómo vaciar una calabaza de Halloween para que este proceso sea muy seguro.
Lo primero es elegir una calabaza con la forma y tamaño adecuado al diseño que tenemos previsto realizar. Por lo tanto tenemos que tener bien claro el resultado que perseguimos. Seguidamente deberemos tener las herramientas adecuadas y siempre ser un adulto el que realice las tareas más complejas.
Para ello una libreta u hojas de papel para realizar el diseño y en los que los peques deben participar con sus ideas, un rotulador (los lápices suelen ser poco funcionales porque no escriben bien sobre la superficie de la calabaza) para dibujar los contornos a recortar, un buen cuchillo o herramienta para poder hacer los cortes a la calabaza, una cuchara sopera bien sólida y unos guantes adecuados para protegernos durante la fase de corte.
También una tela, plástico u hojas de papel grandes para proteger la mesa de trabajo y evitar ensuciar el espacio. Una vez consensuado el diseño, y aquí el límite de creatividad lo pone la imaginación, lo dibujaremos sobre la superficie de la calabaza y una vez terminado, no importa que salga perfecto ya que durante el tallado podemos rectificar, procederemos a crear la apertura superior.
Es importante a la hora de aprender a cómo hacer calabazas de Halloween que seamos algo generosos en este primer corte para el vaciado ya que por una parte tendremos menos riesgo de cortarnos así como de quemarnos cuando encendamos la vela que pondremos en su interior, además de facilitar su vaciado, claro.
El siguiente paso es proceder a su vaciado y aquí hay que aprovecharlo todo. Conforme retiremos su pulpa, la recogeremos en un recipiente para cocinarla después ya que estas calabazas son comestibles. Durante el vaciado iremos haciendo las paredes de la calabaza tan delgadas como deseemos. Pensemos que esta técnica de rebaje de corteza interior también puede formar parte del diseño final ya que cuanto más fina más traslúcida se queda y viceversa.
Si bien es cierto que hay que aprovechar su pulpa, la muy pegada a la corteza debemos desecharla ya que no será tan agradable al paladar tras su cocinado. Esta pulpa más verde, junto con la semilla también podemos utilizarla para crear diseños con humor como por ejemplo ‘la calabaza vomitadora’.
Una vez vacía y el dibujo marcado, cortaremos con mucho cuidado los contornos a vaciar. Si optamos por el concepto de terror, cuanto más terror dé será mucho más divertido para los niños y niñas que participan en este juego. Pero el diseño no sólo es cortar y eliminar zonas como ojos, boca, etc. sino también practicando rebajes sobre la superficie de la corteza para que la luz en sus matices destaquen detalles interesantes para el resultado final.
Una vez bien limpia la calabaza le colocaremos una vela en su interior de manera que quede bien rígida y estable, fijada convenientemente para que no se vuelque mientras se transporta. Cerramos la calabaza con su tapa y ya tendremos nuestra calabaza iluminada de Halloween.
Y recordemos que hay miles de posibilidades para esculpir formas en una calabaza de Halloween: divertidas, sutiles, impactantes, creativas, terroríficas,… que la inspiración juegue también su papel.
¿Cómo lograr que las calabazas no se pudran?
Para conseguir que las calabazas de Halloween se conserven en el tiempo hay que sumergirlas en agua con lejía. Debemos añadir aproximadamente una cucharada de lejía por cada litro de agua. Por otro lado, las calabazas deben permanecer sumergidas al menos un par de horas. De esta forma nos aseguraremos que se han eliminado todas las bacterias.
Una vez que estén listas después de este baño de lejía solo queda sellarlas.
Para ello debemos esperar a que se sequen previamente. A la hora de sellarlas se pueden seguir distintas técnicas. Una de ellas es sellarlas extendiendo vaselina en el interior. De esta forma se impedirá que los restos de carne que hayan podido quedar entren en contacto con el aire y se deterioren. Si esto sucede se echaría a perder nuestra calabaza de Halloween.
En lugar de vaselina se pueden usar otros elementos. Por ejemplo pegamento en spray. Una vez las hayamos sellado sólo queda conservar las calabazas talladas en un sitio fresco y seco.
Si usas una vela o bombilla para iluminar tu calabaza tallada, asegúrate de que hay suficiente ventilación a través de la parte superior de la calabaza. La acumulación de calor dentro de una calabaza la asará, lo que hará que la calabaza se ablande y se deforme.
El sílice se usa como un desecante, lo que significa que elimina el exceso de humedad. El exceso de humedad es lo que hace que a la calabaza le empiece a salir moho y se pudra. Esto es muy simple pero es una combinación muy efectiva.
Mezcla 1 cucharadita de cloro en un galón de agua para crear suficiente agua como para sumergir toda la calabaza en ella. Necesitas una tina y una gran cantidad de la mezcla de agua y cloro, dependiendo del tamaño de la calabaza. La idea es que el cloro es un antimicrobiano y que el agua hidrata la piel de la calabaza como un humectante lo hace en la piel humana.
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